Saulo, temblando y temeroso, dijo: “Señor, ¿que quieres que yo haga?. Esta pregunta representa el triunfo del amor de Dios sobre la dureza y obstinación del corazón del hombre y es el mayor Homenaje que podemos dar a Jesus. Saulo comenzó a vivir una vida nueva. Desde ese día, la voluntad de Dios se convirtío en su maxima prioridad. Dejó aun lado su propia agenda y sus planes egoistas y abrazó los propósitos de Jesucristo con todas sus fuerzas.
domingo, 8 de noviembre de 2009
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